Son dos de los signos más representativos de las Jornadas Mundiales de la Juventud que fueron entregados a los jóvenes por el Papa Juan Pablo y recorren España ante la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud) 2011 Madrid. Han recorrido en veinticinco años los cinco continentes.
Y todo ello con una doble finalidad: revitalizar la pastoral general de nuestra Iglesia y en particular la juvenil y preparar adecuadamente la gran cita del 16 al 21 de agosto de 2011 en Madrid, bajo la presidencia del Papa Benedicto XVI: la Jornada Mundial de la Juventud, en la que participarán dos millones de jóvenes de todo el mundo. Veinticinco años de fecunda historia, sembrada en los cinco continentes, avalan esta iniciativa como una gran fiesta de la fe y del testimonio cristiano.
¿Qué es la cruz de los jóvenes?
En 1984 el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que haber una cruz -como símbolo de la fe y de la evangelización- cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro. Debía ser una cruz que pudiera ser vista por todos. De este modo se hizo una cruz de madera de 3,8 metros.
Era el Año Santo de la Redención, el Domingo de Pascua, después de cerrar la Puerta Santa, Juan Pablo II entregó esa cruz a la juventud del mundo, diciendo: "Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo, os confío este signo del Año Jubilar: ¡la cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad que solo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención".
Hoy, 29 de Noviembre de 2011, hemos tenido la suerte y la alegría de poder contar en nuestro centro con la Cruz y el Icono de la Virgen, procedente de la Diócesis de Guadalajara. El Obispo, sacerdotes, religiosas y varios jóvenes han llegado al colegio hacia las 10:30 horas. Una vez expuesta y hasta las 12:00, hora en la que ha salido en procesión hacia Santa Quiteria. Los alumnos y profesores hemos podido verla y fotografiarnos junto a ella, todo esto acompañado por canciones religiosas que coreaban todas las personas que habían venido a traerla. Una vez en nuestra parroquia, Don José Sánchez González, obispo de Guadalajara, ha hecho entrega al obispo de Ciudad Real, Don Antonio Algora de la Cruz y tras este intercambio se ha comenzado una Oración con los Jóvenes que abarrotaban la Iglesia.
Ha sido una experiencia maravillosa y sobre todo única la que hemos podido vivir hoy.
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